Apenas se esconde el sol,
el espíritu se prepara
y va en busca de un clamor
que le señale tu magia.
Porque ella lo maneja,
lo apabulla, lo deleita
y no pide más clemencia
sólo se mantiene alerta...
Y en el sinfín de las horas,
se mueven nuestros placeres,
uno detrás del otro...
y nada los interfiere.
Ya cuando el día se sienta,
en su trono bullanguero,
tus ojos están cerrados
y mi espíritu altanero.
La luz simula inocencia,
ella no se enteró de nada...
pero aparece sonriente ,
explayándose en mi almohada.
Es que las sombras coquetas
presumen de ser mi aliadas,
y les comentan a todos
nuestros besos y miradas ...
el espíritu se prepara
y va en busca de un clamor
que le señale tu magia.
Porque ella lo maneja,
lo apabulla, lo deleita
y no pide más clemencia
sólo se mantiene alerta...
Y en el sinfín de las horas,
se mueven nuestros placeres,
uno detrás del otro...
y nada los interfiere.
Ya cuando el día se sienta,
en su trono bullanguero,
tus ojos están cerrados
y mi espíritu altanero.
La luz simula inocencia,
ella no se enteró de nada...
pero aparece sonriente ,
explayándose en mi almohada.
Es que las sombras coquetas
presumen de ser mi aliadas,
y les comentan a todos
nuestros besos y miradas ...