-¿Qué dices? No digas mas tonterías y vente a la cama.¡Estás loca!
-No estoy loca, es un regalo maravilloso. Piensa que hay millones de estrellas en el cielo, que son infinitas, y que muchas no tienen nombre, que están solas y nadie se acuerda de ellas. Y las que tienen nombre muchas veces son estúpidos y sin sentido. Una estrella con tu nombre sería un regalo maravilloso.
-Deja de decir cosas raras, y ven a la cama. Además, ¡Tendrías que llamar a la NASA! y ¿de verdad crees que van a hacer caso a una niña con las uñas pintadas de rojo, los labios color de cereza y dos rodillas que se tambalean sobre un par de taconazos? No digas cosas sin sentido, y vamos a dormir ya.
-No, siempre me dices lo mismo, siempre que se me ocurre algo bonito y original, te falta el tiempo para quitarme la ilusión. Jolines!! Se me ocurrió que tal vez sería agradable tener un regalo que durara toda la vida, y eso seguro que ni se gasta ni se pierde.
-Sabes que te hace falta el dinero, que no estas para ir gastándolo en cosas absurdas. Además, ¿Para que quiero yo un regalo? ¿Qué estamos celebrando?
-Nada, no celebramos nada. Y si sigues así, te vas a quedar sin regalos para siempre....
Arrojé los zapatos de tacón liberando a mis uñas rojas de una cárcel incómoda pero a la vez hermosa. Me quité la pintura de labios con la manga de mi pijama. Y me metí en la cama gruñendo y refunfuñando. El se acomodó a mi lado, miró el móvil por ultima vez, y cerró los ojos, hasta mañana.
Priscila que sabia que ya era la hora, se dejo caer de un salto en la cama, y ya sabia ella que esa noche no le tocaba morder ningún cojín, esa noche papá y mamá no iban a jugar. Se hizo un ovillo y se metió entre los dos. Mi bolita de pelo, siempre tan mona ella. Esbocé una última sonrisa y cerré los ojos, hasta mañana.
Al despertar, cuando conseguí liberarme de la prisión que eran las sábanas, alargué mi brazo y me di cuenta de que el no estaba, y la bolita peluda tampoco, había dejado su característico rastro de pelitos en la cama. Habrían salido a dar un paseo.
Me arrastré perezosamente hasta el salón, y conseguí preparar café para dos. Me encendí un cigarro y me tome una taza de café calentito. Sobre la mesa había un papel doblado, mi curiosidad hizo que lo mirara, con tinta negra decía:
''No seas tonta, no me hace falta una estrella en el cielo, la estrella que yo mas quiero la tengo acurrucada en mi cama, y es mas calentita''
Si quereis regalar una estrella es posible... seguid este enlace y os informarán de todo.
http://osr.org/
domingo, 27 de febrero de 2011
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Tu tienes una estrella del rock and roll yo tengo una estrella que sueña despierta .... :)
ResponderEliminarY TATY Y CURRO ACASO NO SON DIGNOS DE TI
ResponderEliminarTaty y Curro, esque no estaban en ese momento... aaaaaaaains!! Que no se puede decir na, coñe!!
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